miércoles, 14 de diciembre de 2011

tomar la palabra

Es lo más duro que puede proponersele a un hombre, y a lo que su ser en el mundo no lo enfrenta tan a menudo: es lo que se llama tomar la palabra, quiero decir la suya, justo lo contrario a decirle, sí, sí, sí, a la del vecino.  Esto no se expresa forzosamente en palabras. La clínica muestra justamente en ese momento, si se sabe detectarlo en niveles muy diversos, cuando se declara la psicosis.
S. 3 pag. 360

Ahora pregunta

sólo la psicosis desencadena en el tomar la palabra

martes, 6 de diciembre de 2011

la verdad desencadenada

Que el inconsciente diga siempre la verdad y que mienta, en él se puede sostener perfectamente. Simplemente les corresponde a ustedes saberlo.




¿Qué les enseña esto?. Que de la verdad, sólo saben algo cuando se desencadena, porque ella se ha desencadenado: ha roto vuestra cadena. Les dijo las dos cosas, además, cuando ustedes decían que su conjunción no era sostenible. Pero supongan lo contrario, que ustedes le hayan dicho: o dices la verdad o mientes. Bueno ahí corre por cuenta de ustedes. Porque es lo que ella les responde: Te lo concedo, me encadeno, Tu me dices: o dices la verdad o mientes, y en efecto es verdad. Sólo que entonces, ahí ustedes no saben nada. Ustedes no saben nada de lo que ella les dijo ya que ella dice la verdad o ella miente. De manera que ustedes pierden. No sé si la pertinencia de esto se los muestra, pero quiere decir esto, de lo cual constantemente tenemos la experiencia, y es que la verdad, se niega, entonces esto me sirve para algo. Siempre estamos en contacto con eso en el análisis. Pero si ella se abandona, si acepta mi cadena, no importa cual, entonces no entiendo nada(43) . Dicho de otra manera eso me deja deseando. Me deja deseando, me deja en posición de demandante, ya que me equivoco cuando pienso que soy restaurador de una verdad que sólo puede reconocer a título de desencadenador. Ustedes hacen ver que desencadenamiento participan.

Seminario 18, clase 4. J. Lacan

lunes, 29 de agosto de 2011

La topología enseña el vinculo necesario que se establece del corte al número de vueltas requeridas para que se obtenga una modificación de la estructura o de la esfera, único acceso concebible a lo real, y concebible de lo imposible en tanto lo demuestra. El Atolondradicho.

Lo opuesto de la tristeza, el gay saber, el cual es una virtud. Una virtud no absuelve a nadie del pecado -original como todos saben-. La virtud de manifestar en qué consiste, que designo como gay saber, es su ejemplo: no se trata de comprender, de mendiscar en el sentido, sino de rasurarlo lo más que se pueda sin que haga liga para esta virtud, gozando del descifraje, lo que implica que el gay saber no produzca al final más que la caída, el retorno al pecado (Ver Ref.). Televisión.

martes, 16 de agosto de 2011

Aún

Pude decir, asi mismo, que el amor apunta al ser, o sea, a lo que en el lenguaje es más esquivo: el ser que, por poco, iba a ser, o el ser que, por ser, justamente sorprende.  Y pude añadir que este ser está quizá muy cerca del significante meser, es quizás el ser que está al mando, y ue hay en esto el más extraño de los señuelos.  ¿No será también para mandarnos a interrogar en qué se distingue el signo del significante?

Entonces, tenemos cuatro puntos: el goce, el Otro, el signo y el amor.
S. aún pág. 53

Seguir el hilo del discurso analítico tiende nada menos que a quebrar, encorvar, marcar con una curvatura propia, una curvatura de la que ni siquiera puede sostenerse que sea la de las líneas de fuerza, lo que produce como tal la falla, la discontinuidad. Nuestro recurso es, en la lengua, lo que la quiebra. Tan es así que nada parece constituir mejor el horizonte del discurso analítico que ese empleo que se hace de la letra en matemáticas. La letra revela en el discurso lo que, no por azar ni sin necesidad, se llama gramática. La gramática es lo que del lenguaje sólo se revela en lo escrito.
pag 58

La otra satisfación, entiéndase, es lo que se satisface a nivel del inconsciente, y en tando ahí algo se dice y no se dice, si es verdad que está estructurado como un lenguaje. pag. 65

No hay que convencer.  Lo propio del psicoanálisis es andar sin vencer.

..para que haya el goce que falta.  Sólo que -y aquí juega el equívoco- el goce que falta debe traducirse el goce que hace falta que no haya. pag. 74 -¿el goce hace falta?







lunes, 8 de agosto de 2011

El psicoanálisis no se trata tanto de hablar de la palabra como de hablar en el hilo de la palabra. Letra por letra pág. 260

en ref. cita Lacan

Si se trata en efecto, a propósito de las funciones creadoras que ejerce el significante sobre el significado, de hablar de una manera válida, no simplemente de hablar de la palabra, sino de hablar en el hilo de la palabra. Seminario 5, clase 2.

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plantear una operación no es resolverla, ni siquiera validar la forma en que se plantea.pag. 260

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..llamé enunciación paranoica al modo de enunciación no despersonalizado sino despersonalizante que consiste en ofrecer su propio decir al testimonio de lo que otro dijo.... pag. 264

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..si bien lo mejor que puede hacer un hombre es ser incautos de una mujer, no puede tratarse de cualquiera.....pag. 271.

miércoles, 27 de julio de 2011

Esperaré aunque sean años que también vos tengas cuerpo-alma para amar.  .... Pero mirá a todos a tu alrededor y date cuenta lo que hemos hecho de nosotros y de eso considerado nuestra victoria de cada día.  No hemos amado, por encima de todas las cosas.  No hemos aceptado lo que no se entiende por que no queremos pasar por tontos.  Hemos amontonado cosas y seguridades .... No hemos tenido ninguna alegría que no haya sido catalogada.  Hemos construido catedrales, y nos hemos quedado afuera de ellas dado que tememos que las catedrales que nosotros mismos construimos sean trampas.  No nos hemos entrado a nosotros mismos, pues eso sería el comienzo de una vida y a eso le tenemos miedo.
Hemos evitado caer de rodillas frente al primero de nosotros que diga: tienes miedo.  Hemos procurado salvarnos pero sin usar la palabra salvación para no avergonzarnos de ser inocentes.  No hemos usado la palabra amor para no tener que reconocer su contextura de odio, de amor, de celos y de tantas otras contradicciones.......
Clarice Lispector/ Un aprendizaje o el libro de los placeres

lunes, 25 de julio de 2011

Extracciones

El sujeto depende de esa causa que lo hace dividido y que se llama el objeto (a), he aquí la firma de lo que es importante firmar: que el sujeto no es causa de sí, que es consecuencia de la pérdida y que tendría que ubicarse en la consecuencia de la pérdida que constituye el objeto (a) para saber lo que le falta. S15. Clase 5

jueves, 26 de mayo de 2011

Fragmento de "Un árbol. Una roca. Una nube", de Carson McCullers

Lo que pasó fue esto. Ahí estaban esos sentimientos hermosos y esos pequeños placeres sueltos, dentro de mí. Y esta mujer era para mi alma algo así como una cinta de montaje. Hacía pasar por ella esos poquitos de mí mismo y salía completo. ¿Me seguís ahora? En esas circunstancias, ya te podés imaginar cómo me quedé cuando me dejó. Fui a todas las ciudades que me había mencionado alguna vez, buscando a todos los hombres que habían tenido alguna relación con ella. Tulsa, Atlanta, Chicago, Cheehaw, Memphis... Duirante casi dos años corri por el país tratando de encontrarla. La verdad es que el amor es una cosa extraña. Al principio no pensaba más que en que volviera. Era una especie de manía. Luego, según pasaba el tiempo, trataba de recordarla, pero ¿sabés qué ocurría? Cuando me tumbaba en la cama y trataba de pensar en ella, mi cabeza se quedaba en blanco. No podía verla. Y entonces sacaba sus fotografías y las miraba. Nada, no había nada que hacer. Era como si no la viera. ¿Podés imaginarlo? Pero un pedazo de cristal inesperado en la acera o una canción de cinco centavos en un gramófono automático, una sombra en una pared por la noche, y recordaba. A veces eso me ocurrìa por la calle y yo me echaba a llorar y me golpeaba contra un farol. ¿Me comprendés? Cualquier cosa. Daba vueltas por ahí y no tenía poder sobre cómo y cuándo recordarla. Uno cree que se puede poner encima una especie de blindaje. Pero el recuerdo no viene al hombre así, de frente, viene por las esquinas, dando rodeos. Estaba a merced de todo lo que oía o veía. De repente, en vez de ser yo el que atravesara el país para encontrarla, empezó ella a perseguirme a mí en mi propia alma. Ella a perseguirme a mí, ¡fijate! Y en mi alma.

Fragmento de "La balada del café triste", de Carson MacCullers

En primer lugar, el amor es una experiencia común a dos personas. Pero el hecho de ser una experiencia común no quiere decir que sea una experiencia similar para las dos partes afectadas. Hay el amante y hay el amado, y cada uno proviene de regiones distintas. Con mucha frecuencia, el amado no es más que un estímulo para el amor acumulado durante años en el corazón del amante. No hay amante que no se dé cuenta de esto, con mayor o menor claridad; en el fondo, sabe que su amor es un amor solitario. Conoce entonces una soledad nueva y extraña, y este conocimiento le hace sufrir. No le queda más que un a salida, alojar su amor en el corazón del mejor modo posible; tiene que crearse un nuevo mundo interior, un mundo intenso, extraño y suficiente. Permítasenos añadir que este amante del que estamos hablando no ha de ser necesariamente un joven que ahorra para un anillo de boda; puede ser un hombre, una mujer, un niño, cualquier criatura humana sobre la tierra.



Y el amado puede presentarse bajo cualquier forma. Las personas más inesperadas pueden ser un estímulo para el amor. Se da por ejemplo el caso de un hombre que es ya un abuelo que chochea, pero sigue enamorado de una chica desconocida que vio una tarde en las calles de Cheehaw, hace veinte años. Un predicador pude estar enamorado de una mujer perdida. El amado podrá ser un traidor, un imbécil o un degenerado; y el amante ve sus defectos como todo el mundo, pero su amor no se altera lo más nínimo por eso. La persona más mediocre puede ser objeto de un amor arrebatado, extravagante y bello como los lirios venenosos de las ciénagas. Un hombre bueno puede despertar una pasaión violenta y baja, y en algún corazón puede nacer un cariño tierno y sencillo hacia un loco furioso. Es sólo el amante quien determina la valía y la cualidad de todo amor.



Por esta razón, la mayoría preferimos amar a ser amados. Casi todas las personas quieren ser amantes. Y la verdad es que, en el fondo, el convertirse en amados resulta algo intolerable para muchos. El amado teme y odia al amante, y con razón, pues el amante está siempre queriendo desnudar a su amado, aunque esta experiencia no le cause más que dolor.



Carson McCullers (1917-1967)

domingo, 22 de mayo de 2011

Un enigma

¿Qué es un enigma? Algo es reconocido como un significante, es decir, como que quiere decir algo -es el sentido más simple de la palabra significante-..... Que eso quiere decir es evidente.  Pero lo que eso quiere decir no puede ser enunciado, queda velado falta.  El enigma obliga así a la partición del espacio semántico.

También obliga a darle una temporalidad.  Primer tiempo, se reconoce que hay significante, que eso quiere decir algo.  El segundo tiempo es para enunciar lo que quiere decir, y cuando no se puede, es el enigma.

sigo....

En este sentido, el enigma está en el principio mismo de la distinción entre el significante y el significado.  Es el ejemplo de los jeroglíficos.  Reconocemos a los jeroglíficos como significantes, no decimos que el viento ha tallado en la piedra relieves extraordinarios.  Pensamos que es un escrito, pero no logramos leerlo.

......

Es lo que expresamos diciendo, "eso quiere decir algo, pero no se qué", es lo que Lacan llama significación de significación.  Es la pura intencionalidad del significante, el puro "eso quiere decir".

Mientras no se ha descifrado al significante, se lo preserva.  Una vez descifrado, si esto es posible. Termina la certeza.

La significación de significación es certeza y también angustia, en la media en que escapa a los deslizamientos, resbalones, aproximaciones, imágenes, falsos semblantes, del discurso y de su retórica.




De la sorpresa al enigma.  pag. 21. Los inclasificables. Miller

miércoles, 18 de mayo de 2011

Las pretensiones de la obsesión

"Hervé Joncour pasó los años que siguieron escogiendo para sí la vida límpida de un hombre ya sin necesidades.  Sus días transcurrian bajo la tutela de una mesurada emoción."

"..Era, por lo demás, uno de esos hombres que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedente cualquier aspiración de vivirla."

"Habrán observado que son personas que contemplan su destino de la misma forma en que la mayoría acostumbra a contemplar un día de lluvia."

"Si se lo hubieran preguntado, Hervé Joncour habría respondido que su vida continuaría de ese modo para siempre.  A inicios de los años sesenta, sin embargo..... "

siempre hay un sin embargo......

Seda
Alessandro Baricco/Anagrama