Es lo más duro que puede proponersele a un hombre, y a lo que su ser en el mundo no lo enfrenta tan a menudo: es lo que se llama tomar la palabra, quiero decir la suya, justo lo contrario a decirle, sí, sí, sí, a la del vecino. Esto no se expresa forzosamente en palabras. La clínica muestra justamente en ese momento, si se sabe detectarlo en niveles muy diversos, cuando se declara la psicosis.
S. 3 pag. 360
Ahora pregunta
sólo la psicosis desencadena en el tomar la palabra
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